Como animal eminentemente acuático, que se alimenta de peces, moluscos y batracios, la garza cuyas patas son largas, finas e implumes, habita generalmente en ciénagas y ríos de poca profundidad.
Allí duerme incluso, y lo hace siempre sobre una sola pata, porque, según parece, mientras descansa se equilibran mejor los intercambios térmicos entre su cuerpo y el medio líquido.
Normalmente es un ave solitaria, pero se reúne en comunidad en la época de cría, cuando anida en árboles altos y llega a poner hasta 6 huevos.