Paradójicamente, el teclado de una máquina de escribir o de una computadora es tal y como lo conocemos porque su inventor pretendía dificultar al máximo su uso. Cuando Christopher Lethan Sholes diseñó la máquina de escribir, en 1867, se encontró con que la rapidez de los usuarios atascaba el rudimentario mecanismo de sus primeros prototipos. El inventor cambió el primer teclado, ordenado alfabéticamente, por otro en el que las letras más usadas estaban distribuidas de tal manera que la escritura se volvió mas lenta. En los primeros modelos incluso adjudicó a la mano izquierda, normalmente la menos hábil, el 60% de las teclas. Nació así el teclado Qwerty, que toma el nombre de sus primeras cinco letras.
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